Aquel hombre se sentía disgustado. Lo que necesitaba no terminaba de llegar. El contrato que estaba esperando se retrasaba. Era muy importante conseguir un acuerdo como ese. Su economía y la de los suyos dependían de los ingresos que aquel contrato representaba. Su mente no paraba de dar vueltas con las consecuencias que vendrían si aquello no salía adelante. Respiró profundamente, se relajó un momento y pensó en posibles soluciones…
Entonces recordó aquel aparato radiónico que había adquirido hacía un par de meses. Lo encargó pensando en tratar de forma alternativa algunos problemas de salud que no terminaban de arreglarse con los tratamientos convencionales. Siempre había tenido una mentalidad muy abierta y cuando leyó sobre lo que era la radiónica, pensó que podría probar algo diferente sin abandonar lo que su médico le recetaba. Cuando empezó a utilizar aquel equipo, en pocos días sus problemas y molestias mejoraron sensiblemente hasta el punto de olvidarse de ellos. Pensó que quizá hubiera sido casualidad, aunque reflexionó en que llevaba años tratando de solucionarlos sin encontrar alivio. Si la radiónica funcionaba para esos problemas… ¿Por qué no intentaba hacer algo más con aquel dispositivo? A lo mejor también podría arreglar de verdad otras cosas, como muchos decían. ¿Qué tenía que perder?
Había leído mucho sobre el poder de la mente sobre la materia, la capacidad que los seres humanos tenemos para ir más allá de la realidad física y conseguir las cosas que deseamos. Las escuelas de pensamiento tanto antiguas como modernas mantienen una misma idea: Visualizar de forma continuada los resultados que deseamos, facilita de forma extraordinaria que se consigan. Da lo mismo que una persona crea en un Ser Superior, en el Universo o sólo en el propio poder mental.
También había leído que la teoría radiónica sostiene que los aparatos radiónicos son “amplificadores del poder mental de quien los utiliza” y también una especie de “canalizadores de acceso” a las potencialidades de la mente humana. Ya sabía que utilizar un aparato de radiónica era como mantener de forma constante una visualización positiva o una concentración permanente en la resolución de cualquier asunto. Así que pensó en que si aquel aparato le había ayudado en un problema relativo a su bienestar personal, quizá también pudiera servir para que las cosas fueran mejor en otros casos. De manera que cogió su dispositivo de radiónica y colocó la instrucción de: “Conseguir que su empresa fuera rentable y pudiera sacar adelante sus proyectos con éxito".
Pasaron unos días y recibió la notificación de que el contrato que esperaba NO se iba a materializar. Fue un duro golpe. Pensó que su esperanza puesta en la radiónica no había hecho efecto. Se tomó la tarde libre para pensar. No encontraba muchas salidas, pero, aun así, en su interior un sentimiento parecía decirle que todavía algo bueno estaba esperándole. Y así fue. Al día siguiente recibió una llamada de otra empresa que necesitaba lo que él podía ofrecerles.
Concertaron una entrevista y terminó con un contrato mucho mejor que el que había estado esperando, con unas condiciones más rentables. ¿Casualidad? Es lo que pensó en primer lugar. Sin embargo, quedó asombrado cuando meses más tarde se enteró que la empresa de la que esperaba el primer contrato había quebrado. Si hubiera llegado a firmar ese primer contrato habría sido su ruina. ¿Otra casualidad?
Este es uno de los miles de ejemplos de las soluciones que se pueden encontrar cuando se enfocan correctamente los objetivos y se emplea el uso de la energía radiónica de manera enfocada al objetivo. Al principio todo puede parecer casual, sin embargo, con el transcurso de las experiencias, los usuarios concluyen que hay algo más que simple coincidencia en los procesos.
🛑 La ventaja de un dispositivo radiónico es que prácticamente se puede aplicar a cualquier cosa que necesitemos resolver. Bien sea en el ámbito de la terapia, en el del desarrollo personal, en el de la solución de problemas cotidianos o en el de conseguir objetivos importantes. Y aunque se trata de algo serio, se les ha llegado a conocer coloquialmente como “Máquinas de Los Deseos” por la posibilidad de facilitar a sus usuarios múltiples objetivos de todo tipo.
💥 A pesar de que muchos consideran la radiónica como una “pseudociencia” o incluso “charlatanería”, ocurre lo mismo con muchas de las terapias alternativas y métodos de desarrollo personal que demuestran su eficacia a pesar del descrédito. Por otra parte, lo cierto es que la gran mayoría de quienes se acercan a la radiónica con mentalidad abierta quedan impresionados con los resultados. Y eso es lo que cuenta a nivel práctico. No obstante, hay que señalar que la radiónica tiene una base consistente sustentada en la teoría cuántica que ahora empieza a ser estudiada y considerada seriamente por muchos científicos modernos.
La radiónica fue descubierta inicialmente por un brillante doctor en medicina norteamericano: El Dr. Albert Abrams, a principios del siglo XX. Este médico buscaba un sistema más rápido y preciso para detectar enfermedades. Después de muchas pruebas, se dio cuenta de que podía detectar algún tipo de energía de las enfermedades a través de circuitos eléctricos. Esta energía se mostraba diferente dependiendo de la enfermedad padecida. También concluyó que era posible transmitir una “frecuencia” correctora para solucionar determinados problemas. Los resultados fueron extraordinarios. Había nacido la radiónica.
Muchos otros médicos, ingenieros, e investigadores desarrollaron la radiónica durante varias generaciones con mucho éxito. Y con el paso del tiempo, los investigadores concluyeron que al igual que se podía encontrar frecuencias correctoras de enfermedades, también se podían encontrar frecuencias o medidas radiónicas para influir, modular o corregir cualquier situación de la vida de las personas. Esto quería decir que sería posible encontrar soluciones a nivel vibratorio a los problemas vitales de la gente, siempre que se tratara de encontrar soluciones positivas.
Cualquier situación, idea o pensamiento se puede medir, cuantificar o sintonizar a través de un dispositivo radiónico. También se puede medir, cuantificar o sintonizar la idea contraria. Así una situación actual negativa tendría su contrapartida positiva. Se puede “sintonizar” las medidas de un objetivo determinado como “Mejorar la capacidad de comunicación de John Horton”, “Atraer a la pareja adecuada para María García” o “incrementar la posibilidad de generar más ingresos para Helen Turner”.
Una vez medida la idea deseada y tras obtener sus coordenadas, se puede “irradiar” esa vibración positiva (que contiene el objetivo deseado) sobre la persona que desea conseguir dicho objetivo y que en la actualidad todavía no lo ha conseguido. Sería como aplicar una “medicina” energética específica para la persona que se esté tratando. Esa persona puede ser la propietaria del dispositivo radiónico o cualquier otra elegida por quien utilice dicho dispositivo.
Existen medidas o ratios radiónicos generales para tratar dolencias o enfermedades a nivel energético. Para entenderlo con más facilidad, serían como remedios homeopáticos, que funcionan a nivel vibratorio o sutil. Y también existen medidas o ratios radiónicos para mejorar en aspectos relativos a la vida de cualquier individuo. Lo mejor de todo es que los aparatos radiónicos modernos permiten que cada persona obtenga las medidas y coordenadas propias para cualquier idea/intención que se les ocurra. Después es posible emplear esas medidas y coordenadas para disponerse a conseguir los objetivos que desee materializar, del tipo que sea.
Muchas personas consideran que no podemos hacer nada para labrar nuestro propio destino o que podemos hacer muy poco. De hecho, la mayoría cree que todo lo que nos acontece sucede por puro azar. Sin embargo, la realidad se muestra bien distinta.
Nuestra mente nos permite alcanzar objetivos y modificar nuestra realidad para adaptarla a nuestros verdaderos deseos. La llamada “buena suerte” es una situación vibratoria que se puede buscar y se puede incorporar al día a día de cualquier persona que se lo proponga. Sin embargo, los bloqueos y las creencias negativas arraigadas nos impiden darnos cuenta de eso.
El juicio de los demás y el hecho de que otros consideren algo como posible o imposible coarta nuestra libertad de acción. A veces sabemos que algo es bueno y sin embargo no actuamos simplemente porque nuestra mente analítica nos los impide, o por la sencilla razón de lo que otros podrían pensar sobre nosotros. Esa es la diferencia entre quienes nunca hacen nada y aquellos que llevan vidas plenas y satisfacientes.
Nuestra mente también puede facilitarnos todo lo que necesitamos. Sólo tenemos que enfocarla correctamente. La visualización y las técnicas de concentración permiten hacer eso, pero pocas personas tienen la suficiente fuerza de voluntad como para visualizar con constancia y de la manera más adecuada.
Por regla general casi siempre representamos en nuestra mente lo peor, nuestros miedos y nuestras peores pesadillas. Lo hacemos con todo detalle, de manera natural y continua. Cuando la gente se enfrenta a una dificultad es muy sencillo dejarse llevar por el desánimo y representar mentalmente una y otra vez lo peor que puede suceder. Por eso la gente suele cosechar lo negativo dentro de los posibles futuros que pueden acontecer. Es mucho más difícil pensar en que todo va a ir bien y visualizar el resultado positivo. Esto requiere esfuerzo creativo, dejando que nuestra mente inconsciente haga el resto.
La ventaja absolutamente innovadora de la Radiónica es que permite enfocar nuestra mente de forma positiva y aprovechar su potencial a través de dispositivos especialmente diseñados.
La energía mental y vital fluye a través de ellos y nos conecta con una realidad superior donde todas las cosas están enlazadas. En un dispositivo radiónico, lo que deseamos lo representamos mediante diales y palabras. La intención modela la energía presente inducida por el operador, más la potente energía sutil producida por el dispositivo. El aparato conecta la situación actual con la situación deseada, dentro del espacio vital que compartimos con los demás seres y alimentando la acción buscada con la energía que se ha mencionado.
Esto posibilita la conexión con y la materialización deseados en la realidad que compartimos con otros seres humanos y otros seres vivos.
Como se ha mencionado, el dispositivo hace las veces de una mente muy poderosa visualizando constantemente la solución positiva de las situaciones a las que nos enfrentamos. Dependiendo del dispositivo radiónico utilizado, pondremos en funcionamiento nuestras energías y las del ambiente y, además, energía sutil y poderosa producida por el mismo dispositivo. Esta última opción resulta la más interesante por sus múltiples ventajas, porque permite a cualquier persona acceder a un mundo de infinitas posibilidades. Sobre todo, la posibilidad real de conseguir lo que desea y le conviene.
La radiónica también parece funcionar en situaciones complejas que requieran soluciones concadenadas. Sería como acceder a una Matrix universal donde las personas y las cosas están unidas y pueden interactuar. De esta forma se podrían construir las realidades en función de lo que sea conveniente para quienes se atreven a elaborar su destino en vez de esperar que sean las circunstancias externas las que configuren su existencia.
Existen aparatos radiónicos que se pueden utilizar para duplicar remedios homeopáticos, para tratar dolencias, para incrementar la energía, para conseguir objetivos o para todo eso al mismo tiempo y mucho más.
Los aparatos radiónicos clásicos constaban de circuitos relativamente sencillos, placa detectora y placas para la tendencia y el objetivo. Funcionaban bien, pero la experiencia indicaba que el operador necesitaba mantener un buen estado mental y también físico para que los resultados fuesen óptimos.
En la actualidad, estos dispositivos han evolucionado de forma que algunos de ellos cuentan con un generador de energía vital, energía sutil u orgón, de manera que surten la fuerza necesaria para mantener un flujo constante de alimentación hacia el objetivo que se persiga por parte del usuario. De esta manera, el usuario tiene la seguridad de que el dispositivo genera suficiente energía vital como para que dicho objetivo se materialice de manera mucho más segura, de forma independiente a su propia energía personal o mental. Sin que drene o afecte a su propia vitalidad.
🛑 Hoy en día, a medida que hemos avanzado, y la ciencia y la tecnología continúan evolucionando, ahora también se utilizan Programas de computadoras, los cuales han demostrado mucha mayor efectividad que los equipos tradicionales debido a los propios componentes de las computadoras, los cuales, lógicamente son, por mucho, más completos y complejos que los de cualquier equipo tradicional; y además, estos Programas Radiónicos son mucho más económicos que los equipos tradicionales de energía radiónica, pues dichos aparatos tienen un precio sumamente elevado (desde cientos hasta miles de dólares/euros); y gracias a ello, cada vez son más y más las personas que optan por beneficiarse del uso de la energía radiónica por medio de dichos programas para así agilizar y optimizar eficazmente los resultados de todo aquello que desean manifestar en sus vidas.
⚠️ Algo sumamente importante de destacar es, que la radiónica siempre debería utilizarse para fines positivos, pues uno debe ser consciente que existe también una ley de causa y efecto (conocida también como ley del karma), por lo tanto, utilizar la radiónica para fines negativos es algo que nosotros NO recomendamos. De hecho, la radiónica se ha llegado a utilizar por algunos gobiernos a través de Programas Radiónicos muy similares a los que nosotros ofrecemos en este sitio web; todo esto, por supuesto, como experimentos secretos para fines ambiciosos y egoístas... puedes ver más información al respecto haciendo CLIC AQUÍ.
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